COLOMBIA Cuándo vivía en Colombia escuché el titular respetuoso ‘sumercé’ con frecuencia. Es una palabra muy rara en otras partes del mundo de la lengua Español.
“Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.”
—Colosenses 4:6 NVI
Este mes de Febrero hace veinte años el vuelo me llevo pa’Colombia por la primera vez en mi vida. ¡Que susto! Pero más que todo, ¡Que gozo!
La emisora Canal Capital de Bogotá D.C. hace poco nos ofreció una posible explicación de las raíces de ésta palabra. Tengo varias emisoras colombianas pre-programadas en mi carro hasta aquí en Noruega, y las escucho con mucha alegría. Siempre me hacen recordar la intensidad de la cultura cachaca. O, digamos, ¿mi cultura chi’cha?
Así explicó; “La palabra “sumercé” es muy popular en diferentes regiones de Colombia y se usa para dirigirse a otra persona en un contexto de amabilidad, respeto y cariño.
El origen de este término se remonta a la época colonial, cuando era usada por las personas no libres en diferentes países de América Latina como muestra de respeto para dirigirse a los españoles. Aunque, cabe destacar, en aquel momento se usaba su forma original “su merced”.
Tras abolirse la esclavitud, esta expresión fue quedando en el olvido en diferentes partes de Latinoamérica, pues su uso remitía a una época de sumisión y servilismo que la mayoría querían dejar atrás.
Sin embargo, en Colombia, y especialmente en Boyacá, la historia fue diferente. Los habitantes de esta región adoptaron la palabra “sumercé” y la volvieron de uso coloquial, contrayendo sintagmas de la expresión y dándole ese característico acento en la última sílaba.
El sentido original de la palabra se transformó: pasó de ser una muestra de inferioridad a un trato de respeto y afecto que, incluso, es común en las relaciones de pareja.
Aunque el uso de esta expresión sigue siendo más extendido en el departamento de Boyacá, también ha tenido gran acogida en otras regiones como Cundinamarca y, particularmente, en la capital colombiana.
En Bogotá, esta expresión ancestral ha sido aceptada y es usada sin distinción de clase social, raza u origen. ¿Usted la usa?“
A mi me ha servido bien el uso de los varios títulos honorables en mis encuentros con los colombianos. Solo un “q’hubo” no sirve tanto cuando uno se siente para escuchar y compartir las lágrimas de uno de los fieles de la iglesia.
Entonces, mejor así; Sumercé. Por favor. Señor o Señora. Usted. Si le agrada.
Y aún más.
Donde nuestra naturaleza como Noruegos rápidamente tiende a llevarnos al grano, eso también da la impresión de una persona muy directa, hasta bruta. Por eso le propongo estrategia un poco diferente:
Al aprender el Español de los colombianos favor no escuchar demasiado a los españoles de Europa. Ni a sus colegas noruegas en la misión. Un ‘tu’ no le sirve tanto como el Usted en Colombia. No importa no la Violencia ni los cincuenta y más años de guerra civil—el colombiano en general responde mejor si Usted también es amable. Tampoco no le cuesta mucho. Solo unas palabras de amistad.
Por favor.
Déjame repetir: “Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.”
—Colosenses 4:6 NVI
Victor Skimmeland ha estudiado materias como la teología y en seguida ministrado en la iglesia y las misiónes. Actualmente mantiene el blog preacher.no.
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