EDITORIAL El terremoto de la Reforma liberó al cristianismo protestante de los vínculos del comercio de indulgencias, la idolatría de los santos y las cadenas del Papa.
Dagen.no | Por Vebjørn Selbekk, Editor, Jefe de redacción | 28 de Octubre del 2.017
Traducción y publicación con permiso del autor por Victor Skimmeland
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El martes pasaremos una fecha histórica. Entonces será solo 500 años desde el 31 de Octubre del 1.517, la fecha en que comenzó la Reforma.
La historia tradicional es que Martín Lutero entabló las 95 tesis en la puerta de la iglesia en la ciudad de Wittenberg (Alemania). Solo eso con la puerta de la iglesia es controvertido. Puede que no sea de esa manera. Sin embargo, independientemente de la forma en que se distribuyan las tesis, o las enseñanzas, si se quiere, entonces son pocas las personas que disputan la influencia que él ejerció.
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El teólogo y monje Martín Lutero se había embarcado en un terremoto eclesiástico y político que, en pocos años, cambió a Europa.
Ese terremoto también ha cambiado nuestro país (Noruega). En cierto modo, podemos decir que hoy mismo vemos las réplicas del terremoto después de lo que sucedió en Alemania este último día del Octubre en el Año del Señor del 1.517.
Por ejemplo, Lutero todavía consta una parte de nuestra Constitución en 2.012. De hecho, ahora está desterrado anteriormente del párrafo 2 ahora al párrafo 16, pero todavía existe allí un medio milenio después de escribir sus tesis.
Por lo tanto, es bastante natural que los eventos del 31 de Octubre estén sujetos a una celebración importante en nuestro santuario nacional Catedral de Nidaros ahora el martes. ¡Simplemente faltaría si no! Por supuesto, vale la pena celebrar a Martín Lutero.
El impacto de la reforma en la historia y el desarrollo de las sociedades de Europa y de América del Norte difícilmente puede ser sobreestimado. Es importante reconocerlo en una era tan secularizada como la nuestra.
Pero para aquellos de nosotros los cuales somos los cristianos protestantes, la celebración de Martín Lutero debe extenderse más allá de marcar su significado social. Para nosotros debe ser — ante todo — una celebración de fe.
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Porque la Reforma del siglo 16 sobre todo fue un terremoto espiritual, hubo un temblor que tuvo el mismo efecto de romper las cadenas del cual podemos leer en Hechos 16, donde las cadenas de Pablo y de Silas se soltaron. El temor de la Reforma liberó al cristianismo protestante de los vínculos del comercio de indulgencias, la idolatría de los santos y las cadenas del Papa.
En el cristianismo escandinavo, hemos en los últimos años visto unas conversiones de alto perfil de la fe protestante a la católica. La conversión del pastor Ulf Ekman de la “Palabra de Vida” (Livets Ord) en 2.014 quizás fue la que tuvo el mayor impacto de choque, pero no fue la única.
El año pasado, el reverendo y previamente dirigente del grupo Carissimi, Dag Øivind Østereng, siguió por el mismo camino después de la aprobación a matrimonios entre las personas del mismo género en la iglesia tradicional de Noruega por su Gran Asamblea General. Østereng acaba de presentar una autobiografía donde explica y justifica su viaje religioso a Roma.
Si, compartimos el análisis de Østereng sobre la caída teológica, por no decir el naufragio, en la Iglesia de Noruega. Pero no concluimos en la misma manera que él. No creemos que la re-catolización (de Noruega) sea la respuesta a los desafíos del cristianismo protestante.
En nuestra opinión, la crisis protestante es fundamental en el hecho de que uno ha dejado su propia base de fe. La Iglesia de Noruega y varias otras denominaciones evangélicas han hecho exactamente lo mismo que hizo la iglesia católica, y por lo cual le criticaron Martin Lutero y los otros reformadores.
Lutero rechazó la igualdad que dieron los católicos a la tradición sobre la Biblia. Solo las Escrituras debían ser la norma suprema — la única — para la doctrina y la vida cristiana.
Pero, las iglesias que actualmente llevan el nombre de Martín Lutero han hecho exactamente lo que el Reformador advirtió en contra. Han establecido otro factor al lado de la Biblia, o incluso sobre ella.
En la Iglesia de Noruega, la experiencia humana se ha levantado al mismo lugar que tiene la tradición en la iglesia católica. Así montan una defensa a la decisión de ofrecer el matrimonio eclesiástico a algo que se define un pecado en la Biblia.
Cuando los católicos se refieren a la tradición como razón de sus dogmas extra-bíblicas, la Iglesia de Noruega usa la experiencia humana para justificar una ética tampoco no bíblica.
La familia de las iglesias protestantes debería usar el jubileo para regresar a los principios teológicos emanados por la Reforma: «Sola escritura», «sola fe» y «sola gracia». Fue el poder de estas verdades bíblicas el cual sacudió a Europa hace 500 años. Y puede hacerlo de nuevo.
- Se reciben comentarios sobre la traducción con mucho gusto al correo electrónico victor punto skimmeland arroba gmail punto com.
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